El 8 de Marzo es una fecha histórica de movilización, reconocida y reivindicada en toda la región y el mundo. Desde 2017 esta fecha es, además, un paro internacional feminista, una huelga para evidenciar nuestro aporte fundamental al sistema productivo. Desde Argentina este 8M de 2024, decimos que somos: ‘Orgullosamente históricas y feministas’”. Los sentidos que habilita el paro se vinculan a luchas históricamente relacionadas al trabajo y a las condiciones de vida de las mayorías, sentidos que son urgentes porque explican con hilos más y menos evidentes las violencias cotidianas. Traza también un lazo histórico con el archivo de huelgas pero ahora ensanchando y llevando esa práctica a los interiores domésticos, a los territorios comunitarios y a las calles: todas las espacialidades laborales que la huelga feminista saca a la luz.
Somos las que cuidamos, las que sembramos la tierra, las tejedoras y costureras, las productoras de alimentos, las recicladoras, las recolectoras, las que enseñamos, las que trabajamos y amamos y exigimos lo que es nuestro: una vida digna.
Como cuidadoras de la Casa Común, las mujeres de nuestro país día a día sostenemos la pirámide de la vida social y económica de nuestras familias y comunidades. Sin embargo, los trabajos de cuidados son los menos remunerados y no reconocidos en su importancia para la reproducción social, actualmente somos las mujeres y diversidades las más desprotegidas en el sistema de trabajo, y existen modificaciones en materia de derechos en trabajos que principalmente son realizados por mujeres.
La agenda de la igualdad de oportunidades para las mujeres es presente y futuro. La crisis económica actual, vulnera principalmente nuestros derechos laborales, nuestro acceso a la salud y la toma de decisiones sobre nuestro cuerpo, el acceso a la educación de nuestrxs niñxs, nuestra autonomía económica y la proyección de nuestros objetivos de desarrollo personal, como también nuestra participación en la vida política. Necesitamos el FIN de la violencia contra las mujeres. Necesitamos un Estado nacional que proteja, lleve a cabo acciones que prevengan y erradiquen el mayor flagelo de niñas, adolescentes y mujeres.
La lucha por la igualdad de oportunidades, nos tiene que unir en busca de más justicia social para les pibxs del futuro. Este 8M nos movilizamos por la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de todo el trabajo feminista en la democratización del debate público. Porque el hambre no espera y la democracia está en peligro. La deuda es con nosotras y con el pueblo.
Desde Cuidadores de la Casa Común, un año más, sembramos la agenda de los derechos humanos, la justicia social y la lucha por la igualdad de oportunidades.