No hay trabajadores libres sin sindicatos

El 1º de mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajador en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieron los obreros de la fábrica McCormick, quienes reclamaban por mejores condiciones laborales, durante varios días de abril y mayo del año 1886, en Chicago. 

A lo largo de nuestra historia, la organización de las y los trabajadores han motorizado la conquista y ampliación de derechos. La asimetría de poder que supone la relación laboral, requiere la tutela del Estado, de las organizaciones sindicales, políticas y sociales para caminar hacia una realidad más equitativa. En este sentido es importante destacar que la lucha por superar las peores formas de explotación, se ha dado en jornadas incansables de huelgas y movilización que han tenido como consecuencia la pérdida de vidas de miles de obreros; y como resultado las garantías de las que gozamos en la actualidad. Una fecha pasible de conmemoraciones y celebraciones, nunca de olvidos.

Ahora ¿Qué derechos hemos naturalizado en nuestro cotidiano y hoy están en peligro? Desde Diciembre de 2023 asistimos a varias maniobras que suponen un retroceso en materia de derechos en el mundo del trabajo. El DNU 70/2023 y la Ley de Bases son el punto de partida de un plan de ajuste y como en todo gobierno liberal nuestro modelo tripartito de relaciones laborales es blanco constante. Su intento de fragmentación del movimiento de trabajadores está dirigido a desarticular la capacidad de negociación, de protección y regulación de condiciones dignas de trabajo.

Este modelo, pilar fundamental para garantizar irrenunciabilidad de derechos en materia de condiciones de trabajo, salario justo, vacaciones pagas, descansos semanales, límites a la jornada , estabilidad en el empleo, seguridad social, derecho a la vejez digna, prevención y reparación de accidentes y libre asociación sindical y el ejercicio de las medidas de acción directas e indirectas tomadas por los sindicatos.

Resignificar el 1º de Mayo hoy implica tanto recordar a los que entregaron sus vidas en 1886 como a quienes también, desde entonces, continuaron sus luchas por la consagración de nuevos derechos laborales y la defensa de los obtenidos, tomándolos como referentes para enfrentar los desafíos actuales. La fecha debe servirnos para reflexionar sobre su profundo sentido y para redoblar el compromiso colectivo. No sólo es importante mantener estas formas de organización sino incrementarlas; para ello es necesario el acompañamiento de políticas públicas que las apuntalen y fortalezcan. Para que su paraguas cubra, proteja e incluya a las y los trabajadores de la economía popular, trabajadores de la tierra, trabajadores comunitarios y a todos quienes aún hoy no son alcanzados por ellas. 

El Papa Francisco nos enseña que el trabajo permite «la autorrealización, vivir la fraternidad, cultivar la amistad social y mejorar el mundo», como así también, a seguir luchando por el salario justo y los derechos laborales. Desde Cuidadores nuestro lema es Trabajo + Espiritualidad = Revolución por eso reivindicamos este día de lucha y memoria por las conquistas, sin olvidar que los derechos se defienden y se militan día a día. 

¡Felíz día de las y los trabajadores!