24M: NUNCA MÁS ES NUNCA MÁS

Soy María Rosa Martínez, militante peronista, ex presa política, Senadora de la Provincia de Buenos Aires, educadora sanitaria comunal, e integrante de Cuidadores de la Casa Común.

Mi primer compañero Sergio Natalio Yovovich fue asesinado por la Dictadura en 1977 y mi hijo mayor Juan Pablo nació en la cárcel. Pude construir una familia tengo un compañero de vida y militancia ,  5 hijos, 5 nietos.

Nací en el 55, en septiembre del 55, en Rojas un pueblo pequeño de la Provincia de Buenos Aires, cuando todavía las bombas de la Revolución «fusiladora» estaban sonando, mi viejo, que era delegado de la UOM, me contó.

Los golpistas, pensaron que destruyendo los símbolos, proscribiendo, persiguiendo y matando, asesinando, iban a borrar al peronismo. Sin embargo, mi generación, nuestra generación, se volcó de lleno a la militancia, al peronismo, con la trayectoria de aquellos resistentes del 9 de junio, los fusilados, los de la masacre de José León Suarez, los que hicieron el Rosariazo, el Cordobazo, el Viborazo, el Tucumanazo, y que con una convicción enorme sembraron la Patria de No Me Olvides, como mis vecinas de Almirante Brown que escondían el busto de Evita en una casa y cada 7 de mayo lo sacaban para homenajearla.

Nosotros y nosotras nos forjamos en esa historia. Por eso yo creo enormemente en nuestro Pueblo y creo que tener un día de la Memoria es fundamental, para recordar, pero no solamente recordar el horror, el horror que nos atravesó a todos, la ausencia enorme de nuestros compañeros y compañeras, sino también los ideales, los sueños, la perspectiva, la convicción, porque me parece que de eso nos nutrimos hoy.

Quiero recordar lo que decía Videla: “el objetivo del proceso de reorganización nacional es realizar un escarmiento histórico, en la Argentina deberán morir todas las personas que sean necesarias”. Son declaraciones de Videla en Washington que salieron en Crónica el 9 de septiembre del 77. La cita de Videla lo deja claro, el terror era la manera del escarmiento, era un instrumento disciplinador. Hoy la consigna de la marcha del 24 sigue siendo “nunca más miseria planificada”: ese fue el objetivo real del golpe, transformar el modelo económico productivo de la Argentina en un modelo de financierización económica donde el trabajo ya no tenía valor, donde la importación daba lo mismo, donde lo que hacíamos no servía, que también era una manera de menospreciarnos.

Ese proyecto económico, político de destrucción genocida encontró resistencia en nuestro pueblo. Yo me acuerdo de aquel primer paro de la CGT en el 79, en abril del 79, el testimonio de las compañeras de Alpargatas que pararon una fábrica que parecía imposible de parar, convencidas de que había que dar una muestra de resistencia. y tantas, tantas otras, Peugeot, la Ford,  el peronismo, la multipartidaria, las madres en el 77, las abuelas en esa foto que las muestra chiquitas, siendo pocas, rodeadas de milicos a caballo, con esa idea de que la relación de fuerzas es imposible. Nunca es imposible.

La verdad que recordar el horror es necesario porque a veces parece lejano, que le pasó a otro pueblo y sin embargo muchos de nosotros tenemos todavía nuestras heridas abiertas, muchos de nosotros extrañamos, muchos de nosotros sabemos que hay desaparecidos que pueden aparecer que son los nietos, apenas encontramos 134 y sabemos que hay 300 o 400 que todavía seguimos buscando. La muestra inclaudicable de las madres, las abuelas, los hijos, los nietos, los sobrevivientes y el pueblo todo aquel día que marchamos en contra del 2×1 (2017), es una muestra que me llena de esperanza.

Pareciera que aquella doctrina que se impuso en los 70, que era la de «los dos demonios», que era para justificar el golpe, que se afianzó en los 80 y cuestionamos en los 90 ´vuelve a ser el sostén de un nuevo viejo «negacionismo», de este Gobierno.

 Alfonsín trató de reparar con los juicios a las juntas, pero después vino el indulto, la obediencia debida, el punto final, y recién hace  20 años, Néstor Kirchner decía en la ex Esma algo que a muchos de nosotros nos sirvió para saber que estábamos vivos, que fue pedir perdón en nombre del Estado. Y no sólo bajar el cuadro de Videla, sino derogar las Leyes para que se hicieran los  juicios y los sobrevivientes pudimos hacer que hoy haya cientos de genocidas que están presos, con causas, con testimonios, con verdades.

No solamente buscamos la memoria, sino también la verdad y la justicia, que es lo que nos hace dignos como Pueblo. Con nuestros vecinos pero también a nivel mundial hemos logrado develar el manto de horror que ciñó esta Patria. Entonces, frente a aquellos que pregonan la “memoria completa” digo: ¿se puede equiparar la tortura, el secuestro, la muerte, la apropiación, el abuso que sufrieron nuestras compañeras con la resistencia de un Pueblo que quiere más justicia?, ¿se puede comparar?, ¿es posible?.

El terrorismo de Estado ha sido algo que está conceptualizado no solo en la Argentina sino a nivel mundial, la Ex Esma se ha convertido en un símbolo del patrimonio para la humanidad y sin embargo hoy escuchamos palabras vacías, yo digo la banalidad del mal que nos rodea muchas veces pensando que esas coas pueden ser destituidas. Imposible. Tenemos que seguir trabajando, por supuesto, tenemos que seguir testimoniando.

Ya en el año 1972 Perón nos hablaba del cuidado de nuestro ambiente y del cuidado de nuestros recursos naturales como parte de la defensa de nuestra soberanía como Pueblo. Convocaba a la «Hora de los Pueblos» para tomar conciencia del peligro de la voracidad capitalista.

En mi adolescencia me había atraído el uso de las «plantas folklóricas» y su aplicación en la Medicina, el palán palán, el sarandí blanco para la diabetes. Como todo el sustento de las plantas es utilizado por los laboratorios en un «negocio» internacional que encarece la vida de las personas. Me fui acercando a herederos de esta sabiduría, mientras trabajábamos acompañando la creación de cooperativas de productores de frutas y verduras.

Desde la militancia en esos momentos no podíamos visibilizar, no entendíamos los peligros y esa visión de Perón, nos preguntábamos de donde traía esas ideas sobre las catástrofes naturales, pero especialmente las consecuencias sociales que tendría y las disputas políticas que implicaría: “El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio que él mismo ha creado. Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas”

Hoy vivimos las enormes consecuencias de la contaminación y de la explotación de los recursos naturales en manos de unos pocos que se pretenden dueños del mundo. La agenda ambiental es parte fundamental del presente y la posibilidad de futuro.

El Papa Francisco en la Laudato Si nos vuelve a hacer una invitación a comprometernos con nuestra Casa Común, a responsabilizarnos y construir en «fratelli tutti» una Comunidad grande poderosa y más justa..

La comunidad organizada de nuestra militancia de los 70 y de hoy, donde la economía del descarte sea vencida por la fraternidad y el Cuidado. Y el Trabajo Dignifica, un viejo nuevo concepto desde donde pararnos.

Cada 24 de marzo es una oportunidad para pensarnos, volver a las calles, hacer renacer nuestra esperanza y como supieron luchar Madres, Abuelas, hijos, Nietos sobrevivientes abrazar en la palabra de Dios esta Vida.

Con mayor convicción y firmeza, especialmente en este contexto tan duro que nos encuentra enfrentando a un gobierno nacional negacionista, del terrorismo de Estado y negacionista de cualquier derecho que pueda tener nuestro Pueblo o que nuestro Pueblo pretenda.

Nuestros valores, están en peligro y la amenaza de represión sigue vigente.

Estamos un escenario de extrema «crueldad social», los cientos de despidos que se anuncian, la falta de alimentos en los comedores, la pérdida de las jubilaciones y salarios, el precio de los medicamentos, la entrega  nuestros recursos naturales se encuentran en peligro más que nunca. Con Memoria, Verdad y Justicia, Venceremos, son 30000!