Desde 2020, los Cuidadores de la Casa Común de Calilegua, Jujuy, vienen forjando diferentes proyectos socio-productivos, a los cuales se han ido sumando varios jóvenes a lo largo de los años. Lo que comenzó como una iniciativa de huerta, ha evolucionado hasta incluir emprendimientos productivos que hoy se traducen con un ejemplo de proyecto que integra la cultura local y el trabajo: los alfajores artesanales Pita Yjú.


El proyecto surgió como una respuesta creativa a los desafíos que enfrentaban los jóvenes que participaban en la huerta: dificultades de trabajar bajo condiciones extremas de calor, daños a los cultivos, entre otros inconvenientes, el grupo comenzó a buscar nuevas oportunidades. Mientras que algunos mostraron interés en el trabajo textil, otros jóvenes se inclinaron hacia las capacitaciones en panadería. Así, el núcleo de Calilegua se fue diversificando, y mediante capacitaciones, se consolidaron tres ejes de trabajo: huerta, textil y panadería.
En 2022, nació entonces la idea de crear un producto que tuviera raíces locales. Así surgieron los alfajores Pitayú cuyo nombre en guaraní combina los colores rojo y amarillo, simbolizando la calidez del clima y la gente de la región.



Los alfajores, que comenzaron a venderse en las fiestas patronales de Calilegua, han ganado popularidad por su sabor y originalidad. Actualmente, el proyecto se enfoca en tres variedades, con galletas de cacao y una cobertura de chocolate que los ha convertido en un éxito en la región.
La elaboración de los alfajores es un proceso artesanal y comunitario, con herramientas básicas provistas por el Obispado de Jujuy y otros apoyos, los jóvenes se organizan semanalmente para la producción y distribución. A pesar de las limitaciones que van surgiendo en todo proyecto incipiente, la popularidad que han ido ganando los alfajores genera tal entusiasmo y compromiso, que logran sortear los obstáculos y continuar.



Los alfajores Pitayú se comercializan principalmente a través de las redes sociales, con una buena acogida por parte del público y presencia en ferias y eventos turísticos. Además, han encontrado apoyo en la comunidad Coyaguaraní, de la cual son parte varios de los jóvenes que forman el equipo. Este emprendimiento no solo les ha permitido desarrollar habilidades productivas, sino también ofrecer un producto que lleva consigo el sabor y la identidad de la región.


Aunque el grupo de jóvenes se ha reducido con el tiempo, el compromiso de los que permanecen es fuerte. «Lento pero seguro», como ellos mismos describen su progreso, el proyecto sigue creciendo y planean nuevas ideas para fechas especiales como la Pascua y celebraciones locales. Con el tiempo, esperan seguir expandiéndose y hacer de los alfajores Pitayú un referente del dulce regional jujeño.
La creatividad de generar un producto que recupere la identidad, la cultura local, pero que además permita desarrollar nuevas habilidades, buscando expendirse y acrecentar el trabajo que han conseguido de forma comunitaria, en red y gracias también a los vínculos con diferentes actores, es una “marca registrada” de lo que representa Cuidadores a lo largo del país.